Cremas Anestésicas para el Tatuaje: Funcionamiento, riesgos y recomendaciones

 

Hacerse un tatuaje es una experiencia emocionante, pero la idea del dolor puede generar dudas. Una solución que a veces se plantea son las cremas anestésicas para tatuajes. En este artículo, exploraremos cómo funcionan estas cremas, los riesgos que implican y cuál es nuestra recomendación basada en la ética y la seguridad en el proceso del tatuaje.

¿Cómo Funcionan las Cremas Anestésicas para Tatuajes?

Las cremas anestésicas para tatuajes están formuladas con anestésicos locales como lidocaína, prilocaína o benzocaína. Su mecanismo de acción se basa en:

  • Penetrar las capas superficiales de la piel: La crema se aplica tópicamente y las sustancias activas buscan alcanzar las terminaciones nerviosas.
  • Bloquear los canales de sodio en las terminaciones nerviosas: Estos anestésicos interfieren con la capacidad de las terminaciones nerviosas para enviar señales eléctricas.
  • Evitar que el impulso del dolor llegue al cerebro: Al bloquear las señales nerviosas, se reduce o elimina temporalmente la sensación de dolor en la zona aplicada.

Si bien este mecanismo suena prometedor para quienes temen el dolor, existen varios problemas importantes a considerar en el contexto del tatuaje.

 

Los Problemas de las Cremas Anestésicas en el Tatuaje

El uso de cremas anestésicas en el proceso del tatuaje presenta varios inconvenientes significativos:

  • Diseñadas para procedimientos breves: Estas cremas están pensadas para intervenciones médicas cortas. Un tatuaje puede durar horas, y la efectividad de la crema puede disminuir considerablemente durante el proceso.
  • Perjuicio en la definición del tatuaje: La aplicación de la crema puede alterar la textura de la piel, haciéndola más gomosa o inflamada. Esto puede dificultar el trabajo del tatuador y comprometer la precisión y la definición del diseño.
  • Riesgo de reacciones adversas: El uso de estas cremas puede desencadenar:
    • Reacciones alérgicas: La piel puede reaccionar negativamente a alguno de los componentes de la crema.
    • Irritación o quemaduras químicas: En algunos casos, la aplicación prolongada o una alta concentración pueden causar irritación severa o incluso quemaduras químicas en la piel.
    • Mala cicatrización: La piel anestesiada puede no responder de la misma manera al trauma del tatuaje, lo que podría afectar negativamente el proceso de curación.
    • Choque anafiláctico: Aunque raro, existe un riesgo de reacción alérgica grave que puede poner en peligro la vida.
    • Ocultan las señales del cuerpo: El dolor durante el tatuaje no es solo una molestia; también es una señal del cuerpo. Anestesiar la zona puede ocultar límites importantes como la fatiga de la piel, la hipersensibilidad en ciertas áreas o zonas que no toleran más trabajo, lo que podría llevar a un daño mayor.

 

La Ética y la Seguridad: Por Qué los Tatuadores No Somos Médicos

Es fundamental recordar que los tatuadores no somos profesionales médicos. Al igual que no podemos administrar medicamentos a un cliente que se siente mal, tampoco estamos capacitados para aplicar productos con efectos farmacológicos sin la supervisión y el conocimiento de un especialista en anestesia.

Aplicar cremas anestésicas sin un conocimiento médico profundo representa un intrusismo profesional con los médicos especialistas en anestesia, quienes son los indicados para evaluar la necesidad y los riesgos de este tipo de productos.

 

El Desconocimiento de los Riesgos por Parte del Cliente

Muchas veces, el cliente acepta el uso de una crema anestésica sin ser plenamente consciente de:

  • Qué contiene la crema: Desconocen los ingredientes activos y otros componentes.
  • Cómo reacciona su piel: No saben si tienen alergias o sensibilidades a alguno de los componentes.
  • Qué puede pasar si interfiere en la cicatrización: No comprenden cómo la anestesia podría afectar el proceso de curación del tatuaje.

 

Lamentablemente, existen casos documentados de reacciones adversas graves al uso de cremas anestésicas para tatuajes.

 

El Dolor como Parte del Proceso y el Respeto al Cuerpo

En nuestra filosofía, el dolor es parte del proceso del tatuaje. Esto no significa que el cliente deba sufrir innecesariamente, pero sí implica entender y respetar los límites naturales del cuerpo. Anestesiar la piel puede alterar la percepción, pero también puede perjudicar la curación y ocultar señales importantes.

Es importante recordar que la percepción del dolor es muy personal. Lo que para una persona puede ser una molestia tolerable, para otra puede ser significativamente más intenso. Además, la sensibilidad varía considerablemente según la zona del cuerpo donde se realice el tatuaje.

Alternativas para el Manejo del Dolor (Sin Anestésicos Tópicos)

Aunque en EETP no usamos ni recomendamos cremas anestésicas, existen estrategias que pueden ayudar a mitigar la incomodidad durante el tatuaje:

  • Respiración consciente y técnicas de relajación: Controlar la respiración y utilizar técnicas de relajación puede ayudar a reducir la tensión y la percepción del dolor.
  • Comunicación abierta con el tatuador: Hablar con el artista y solicitar breves descansos cuando sea necesario es fundamental para manejar la sesión de manera más cómoda.
  • Distracción: Escuchar música, conversar o concentrarse en otra cosa puede ayudar a desviar la atención del dolor.
  • Habilidad y eficiencia del artista: Un tatuador experimentado trabajará de manera eficiente, minimizando el tiempo de exposición al dolor.

 

Nuestra Recomendación en EETP: No Usamos Ni Recomendamos Cremas Anestésicas

En los cursos de tatuaje de la EETP Escuela Europea de Tatuaje y Piercing, mantenemos una postura clara: no usamos ni recomendamos el uso de cremas anestésicas. Nuestra enseñanza se basa en la ética, la seguridad y el respeto por el cuerpo del cliente.

Creemos firmemente que escuchar al cuerpo, respetar los tiempos y los límites también forma parte de la experiencia del tatuaje. Anestesiar no solo oculta el dolor, sino que también puede enmascarar señales de alerta importantes y comprometer la correcta curación del tatuaje.

En conclusión, si bien la idea de un tatuaje sin dolor puede ser atractiva, el uso de cremas anestésicas conlleva riesgos y puede afectar negativamente el proceso y el resultado final.

Priorizar la comunicación con tu tatuador, entender el proceso y respetar las señales de tu cuerpo es fundamental para una experiencia de tatuaje segura y satisfactoria.

Si tienes alguna duda sobre las cremas anestésicas para tatuajes, no dudes en dejarnos tu pregunta en los comentarios.

Para conocer más sobre nuestra filosofía de trabajo ético y seguro, ¡visita nuestro estudio!

 

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